Sacrosanctum Concilium

Constitución sobre la Sagrada Liturgia


Sacrosanctum Concilium, Constitución sobre la Sagrada Liturgia

El Concilio Vaticano II se propone acrecentar entre los fieles la vida cristiana, adaptar mejor a las necesidades de nuestro tiempo las instituciones que están sujetas a cambio y promover todo aquello que pueda contribuir a la unión de cuantos creen en Jesucristo. Por eso, con la Sacrosanctum Concilium, realiza una misión que le corresponde de modo particular, como es proveer a la reforma y al fomento de la liturgia.

En efecto, la liturgia, por cuyo medio se realiza la obra de la redención, sobre todo en la Eucaristía, contribuye de manera especial a que los fieles expresen en su vida y manifiesten a lo demás el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia. Por eso, la liturgia edifica día a día a los fieles cristianos que están en la Iglesia y les lleva a la plenitud de la edad de Cristo. Al mismo tiempo les fortalece, para predicar a Cristo y mostrarlo a los que están fuera. De este modo consiguen congregar en la unidad a los hijos de Dios que están dispersos por el mundo.